Otro de los objetivos previstos en este viaje era visitar Cudillero (Asturias), es un pintoresco pueblo de pescadores construido en las laderas de los montes que lo rodean. A sus habitantes se les llama pixuetos.
Cuando llegas tienes que dejar el coche en el aparcamiento del puerto porque en el pueblo es imposible aparcar, con sus calles empinadas y estrechas. Las casas están colgadas de la montaña, mirando hacia el mar. Es una gozada pasearse por allí, ahora que, para los habitantes o bien tienen buena cabeza o han de tener buenas piernas, porque como olvides algo cuando ya estás arriba…………….
LA CERÁMICA NEGRA
Allí donde voy me gusta ver la cerámica local (será porque soy de una tierra de “barros”), en Cudillero, en “El Alfar del Zarru”, vi la cerámica negra pixueta con influencias celtas, así que entré y le pregunté a la artesana (que por cierto había estado en Bailén y comprado cerámica), y me dijo que el color negro se consigue tapando el único agujero que queda en el horno, después de cerrarlo bien para que no respire y quede el fuego atrapado en las piezas. El humo ahogado en el horno, penetra por todos los poros del barro y se vuelve negro.
Me traje este par de candelabros.
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